Quiero agradecer a quienes participaron el el reto, Comienza el Año con un Sueño, fue una experiencia muy reveladora y, en mi caso, logré crear un hábito.
(¡Y ya extraño escribirles todos los días! :()
Empezamos eligiendo un diario dedicado a nuestras aventuras oníricas, hicimos un ritual para establecer nuestra intención de recordar nuestros sueños y nos aventuramos en las profundidades de nuestro inconsciente.
Hubo quien tuvo problemas para recordar sus sueños al principio, quién se estresaba por recordarlos, quién los recordó unos días sí y otros no.
Igualmente, la experiencia al registrarlos fue diferente para todos. El mayor reto es encontrar el tiempo para hacerlo antes de olvidarlos y en mi caso, también entenderle a mi letra.
La mayoría tuvimos al menos un sueño que nos dio la curiosidad suficiente para hacer uno de los ejercicios de reflexión. Desde soñar con alguien a quién no ves hace mucho tiempo hasta soñar con seres mitológicos y catástrofes, experimentamos de todo.
Nos dimos el tiempo de reflexionar sobre nuestros sueños y estos son 6 de los beneficios que recibimos:
- Escribir tus sueños te ayuda a expresar tus emociones
- Escribir tus sueños te conecta con tu creatividad
- Reflexionar sobre tus sueños periódicamente te ayuda a identificar patrones
- Recordar y escribir tus sueños te conecta con experiencias que por el momento no puedes realizar.
- Tener la intención de escribir tus sueños durante 30 días te ayuda a crear un hábito para recordarlos.
- Escribir tus sueños despierta tu curiosidad
Como resultado, llevar un diario de sueños es una práctica de autocuidado y una herramienta poderosa para el desarrollo personal.
¿Y tu ya llevas un diario de sueños?