La intención es el primer paso para rescatar los mensajes oníricos. A continuación comparto otras consideraciones útiles:
- Todos soñamos todas las noches aunque no lo recordemos. El problema no es la falta de sueños si no la falta de recuerdos sobre ellos.
- La cantidad de sueños que podemos recordar es menor a la cantidad de sueños que tenemos. Y eso está bien.
- Tener una relación con tu mundo onírico requiere tiempo y esfuerzo. La habilidad para recordar sueños se puede aprender.
- A medida que valoremos nuestros sueños y pasemos tiempo con ellos, recordándolos, registrándolos y trabajándolos necesitaremos menos esfuerzo para recordarlos. La motivación y práctica son determinantes.
- Ten en cuenta que, el mejor momento para registrar tu sueño es justo al despertar. A menos que el sueño haya sido muy vívido o contega un elemento en el que no puedas dejar de pensar, lo olvidarás al comenzar tus actividades diarias.
- La actitud que tienes con respecto a los sueños también es importante, sí no los consideras importantes, es menos probable que los recuerdes.
- Sí estás pasando por muchos cambios en tu vida, es probable que sea difícil recordar tus sueños.
- Algunos medicamentos también influyen en la capacidad de recordar los sueños.
Algunas prácticas que pueden ayudarte cuando tengas dificultad recordando tus sueños son:
- Antes de dormir, escribe en tu diario de sueños “Me voy a despertar recordando mi sueño”.
- Al despertarte, registra inmediatamente lo que recuerdes. Si al principio es muy poco, regístralo de todas formas. Si no recuerdas nada, registra tu primer pensamiento.
- Al despertar, si no recuerdas tu sueño, piensa en las personas con las que convives, es probable que aparecieran en tu sueño y puedas recordar más detalles.
- También puedes pasar unos minutos en las posiciones en las que duermes comúnmente.
Feliz despetar.
Jess Onírica